Situada en el casco de Granadilla de Abona, enfrente de la Ermita del Calvario (1882), ofrece un amplio abanico de posibilidades gastronómicas y enológicas. Con especial atención a los productos frescos y de procedencia ecológica, elaboran platos de marcado carácter canario utilizando ingredientes como el queso de cabra, la morcilla dulce local, el vinagre de la zona, la miel de palma o el gofio.

 El ambiente del establecimiento busca la calidez y el acogimiento, a través de sus colores en techos y paredes, el mobiliario rustico, la madera de los suelos y los tonos de luz indirecta en apliques y lamparas de alfarería. Las continuas exposiciones de arte, como pintura, fotográfia, o escultura, crean además dinamismo en la decoración.