Kiko Rivera se sentó este sábado en el sillón del 'Deluxe' para zanjar todos los rumores sobre su infidelidad a Irene Rosales. El DJ afirmó que, en un momento malo de su matrimonio, apareció Alicia, con quien tuvo palabras de tonteo, pero con la que no llegó a tener nada. Es más, se mostró muy arrepentido de sus actos: "Me siento culpable hasta el día que me muera. El único culpable de lo que ha pasado he sido yo".

Una vez aclarado este asunto, el hijo de Isabel Pantoja se abrió en canal con María Patiño y confesó lo inconfesable. "Tengo la autoestima muy baja y a veces incluso ni me quiero. Me afecta en todos los ámbitos de mi vida, tanto en mi carrera profesional como en mi día a día. Es algo que llevo a cuestas", explicó Rivera.

"Para mí es muy complicado estar aquí. Sé que remover la mierda siempre molesta y estoy triste. ¿Qué le hago? No hay nada ahora mismo que me pueda levantar el ánimo", apuntó el invitado, que dio a entender que podría estar sufriendo una depresión: "Estoy en un momento de mi vida muy jodido. Quizás forma parte de mi recuperación. Estoy triste, estoy decaído, no estoy feliz con mis metas".

Minutos después, Isabel Pantoja entró en directo al programa para recriminarle a su hijo que no se hubiera sincerado con ella antes: "Me acabo de enterar. Quiero que sepas que, además de la familia que has formado con Irene y tu hijo Francisco, tienes tu familia entera. Que te adoramos, nunca te hemos dejado solo y por nada del mundo lo haremos (…) No quiero que sigas hablando de esos temas, Francisco, por favor, eso te hace mal y me hace mal. Quiero a mi hijo, al de siempre, al contento y al alegre".

La tonadillera quiso animar a su hijo y también trató el tema de la pandemia, algo que ha afectado mucho a Kiko Rivera por el tema del trabajo: "Estamos sanos. Hay una pandemia. Lo que tú estás pasando no es importante, han muerto millones de personas, eso es importante. Tú te puedes curar".

A medida que transcurría la llamada, la cantante se relajó y le mandó unas palabras cariñosas a su hijo para que este se tranquilizara porque también se estaba quedando atónico con el relato de su madre: "Hazlo primero por ti, por tu mujer, por tus hijos, lo demás da igual, lo único que quiero es que estés bien, que seas un hombre. No tienes que estar triste, tenemos un plato de lentejas, no te vas a quedar sin comer (…) Nunca dejaré que estés en el suelo ni triste. No te lo voy a permitir, no tienes derecho, te haces daño y a las personas que te queremos, nos haces sufrir".