Sandra Barneda ha tomado el relevo de Ana Patricia BotínAna Patricia Botín como la nueva protagonista de 'Planeta Calleja'. La periodista puso rumbo a Borneo para descubrir junto a Jesús Calleja las maravillas de este paraíso natural del Sudeste Asiático. Fue en ese espacio donde narró uno de los episodios más complicados de su infancia: su familia tuvo que hacer frente durante una década a la leucemia que le fue diagnosticada a su hermano mayor.

"La familia se tuvo que volcar en él y yo me sentí un poco sola. Esa tristeza con la que convives te hace que te cueste disfrutar de la vida", confesó Barneda, la pequeña de cuatro hermanos.

También muy sincera, la presentadora explicó cómo vivió el momento en el que le contó a sus padres que le gustaban las mujeres. Una situación que les separó por los prejuicios que tuvo la propia Sandra: "Estuvimos nueve meses sin hablar. Yo no lo había encajado y por eso ellos tampoco lo hacían. Les escribí una carta y me fui de casa, sin cogerles el teléfono durante todo este tiempo. En Navidad subí a mi casa sin avisarles y tuvimos una de las conversaciones más bonitas que he tenido".

Una realidad que se hizo pública sin el consentimiento de la propia protagonista: "A mí me sacaron del armario dentro de una entrevista en la que yo no había tratado el tema".

Aún así su vida dio un giro de 180 grados cuando se enamoró de su compañera de plató Nagore Robles. Aunque ambas ya no compartan su vida, la relación que han tenido ha marcado mucho a Barneda: "Enamorarme de Nagore en un plató de televisión es lo más fuerte que me ha pasado en la vida".

De hecho, Barneda recordó a la colaboradora cuando superó su miedo durante su expedición en la vía ferrata más alta del mundo: "He pensado en Nagore y en mis padres".

Además, la periodista y Calleja tuvieron tiempo para mostrar una de las realidades más tristes que asola la isla: la deforestación por el cultivo del aceite de palma.

Para Barneda esta práctica es algo impermisible: "Borneo es un ejemplo de lo que no hay que hacer por culpa de la deforestación", aún así, la catalana se planteaba qué se debe hacer ahora con todos esos cultivos y con todos los locales que viven de la producción de este aceite: "No al aceite de palma. Pero, ¿qué hacemos con esta gente a la que le hemos quitado la selva y que vive ahora de la palma?".