Puede que por la fuerza de la costumbre lo veamos normal. Pero que a las diez de la noche, a la mejor hora del día, TVE emita lo que emite es para hacérselo mirar. Venimos de esos minutos de oro de la información meteorológica.

Pero toca rellenar hasta las once menos cuarto porque las leyes del mercado dictan que hasta ese momento no se pueden emitir los productos estrella porque sería como malgastarlos. El «prime time» en España es el más tardío de Europa. Aceptemos las reglas del juego.

Demos por buenas esas premisas. Pero, por favor, que acabe ya la banalidad y alguien coja el toro por los cuernos. ‘Hora punta’ y ‘Lo siguiente’ eran inanes, cada uno a su manera.

Pero casi hacen buenos a ‘Tvemos’, una oferta demencial para la hora estelar de nuestra televisión pública. ¿Dónde estás, Carlos del Amor? ¿Tanto costaría encargarle un par de entrevistas hechas como él sabe, con amor, humor y bonhomía, a personajes del ámbito cultural que tengan algo que contar?

Y si Carlos está muy cargado de trabajo, ¿no podrían echar mano de la cantidad de buenos profesionales de la casa para producir media hora de televisión digna? No hace falta invertir en ninguna productora.

La situación se puede salvar con gente de la casa. Cualquier contenido realizado con mimo por los profesionales de TVE sería más interesante que lo que en los últimos años aparece en pantalla a esas horas.

¿No se dan cuenta los responsables de la casa? ¿Ninguno percibe que causa estupor y vergüenza ajena sentarse a ver los productos que La 2 tiene a bien emitir a hora tan señalada?

¿Nadie repara en tal disparate? Pero si parece que en lugar de la televisión pública hemos zapeado a uno de esos canales de la TDT... Tomen medidas, por favor