Los resfriados y las gripes, enfermedades tan típicas de esta época del año, pueden convertir tu día en una pesadilla pese a no ser graves. Es por eso que estos meses en los que el mal tiempo vuelve a poner a prueba las defensas del organismo, debes poner especial atención a tu dieta.

Y es que los alimentos como los que te traemos a continuación te ayudarán a reforzar tu sistema inmunitario y a prevenir resfriados y gripes.

Calabazas

La calabaza, un alimento tan típico del otoño y tan poco habitual en la lista de la compra, es también uno de los mejores para prevenir la gripe. Su alto contenido en beta-carotenos, los pigmentos responsables de dar a esta hortaliza su característico color anaranjado, hacen de la calabaza una gran fuente de vitaminas, perfecto para mejorar las defensas del sistema inmune.

Cítricos

Naranjas, mandarinas, limones... ya lo decían las abuelas, cualquier cítrico es bueno para ayudar a combatir los resfriados y las gripes. Su alto contenido en vitamina C y otros nutrientes ayudan a frenar el avance de estas enfermedades tan comunes en esta época del año. Lo mejor es que puedes aprovechar y alternar los que más te gusten: un zumo de naranja, limonada, unas mandarinas, un pomelo, etcétera.

Yogures naturales

Los probióticos presentes en los yogures ayudan a cuidar la flora intestinal, clave en el sistema inmunitario. Pero para beneficiarse de las bondades de este alimento hay que comer al menos uno al día. Además, los yogures son perfectos para las personas que están en tratamiento con antibióticos ya que les ayudará a evitar coger más infecciones.

Zanahorias

Al igual que las calabazas, las zanahorias son otro de los alimentos más ricos en beta-carotenos que puedes encontrar en el supermercado. Ya sea cocida, en zumo, en guarnición o cruda, este tubérculo es perfecto para que los más pequeños de la casa lleven una dieta saludable.

Ajos

Mientras que algunos odian su sabor, otros lo aman. No hay punto medio. Pero lo que todo el mundo sabe es que el ajo no sólo sirve para dar sabor a tus comidas, sino que también tiene importantes beneficios para la salud. Se trata de un alimento rico en alicina, un componente con un alto poder antiséptico natural capaz de estimular el sistema inmunitario y combatir la gripe y los procesos infecciosos. Además, un estudio publicado en Advances in Therapy (2001) demostró que aquellos que tomaron suplementos de ajo durante doce semanas tuvieron menos resfriados que aquellos que tomaron placebo.

Cebollas

La cebolla destaca por ser rica en cisteína, aminoácido que refuerza el sistema inmunitario, y quercetina, componente con propiedades antibacterianas y antigripales. Además, introducir este alimento en tu dieta te ayudará a descongestionar las vías respiratorias y limpiar los pulmones.

Legumbres

Legumbres como las lentejas o los garbanzos suelen volver a los menús semanales tras los meses de calor para ayudarnos a combatir el frío otoñal. Y es que este tipo de alimentos son muy beneficiosos para mantener la temperatura corporal, además de ser ricos en antioxidantes, que ayudan a prevenir infecciones.

Huevos

Son una fuente de proteínas, vitaminas B12 y B6, selenio y zinc, fundamentales para mantener un sistema inmunológico fuerte. Es por eso que es aconsejable comer huevos unas dos o tres veces por semana para mantener los resfriados y otras enfermedades a raya. Además, al ser un alimento tan versátil, no tendrás ningún problema a la hora de incluirlo en tu dieta o en la de los más pequeños de la casa: puedes cocerlos, hacerlos a la plancha, fritos, en tortilla, etcétera.

Jengibre

Ya sea en infusiones o como condimento de las comidas, esta raíz te ayudará a prevenir y tratas los resfriados y los procesos gripales. Esto debe especialmente a sus propiedades antibacterianas, antipiréticas y analgésicas. Además, el jengibre es un antiinflamatorio natural y ayuda a mejorar la digestión.

Miel

Que la miel es uno de los mejores remedios caseros para calmar la tos no es nada nuevo. Pero además, un estudio publicado en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine (2007) concluyó que este alimento también ayuda a prevenir catarros y gripes indeseadas al mejorar las defensas.