Que debemos promover una dieta saludable entre la ciudadanía, eso no lo niega nadie. Y que esa dieta debe estar vinculada al producto local, conlleva además de las ventajas respecto a la salud, un impulso al paisaje y el medio ambiente, y un freno a la desertización.

Canarias tiene diferentes proyectos en marcha que van en esta línea. En 2015 arrancó Crecer Juntos. Se trata de una iniciativa que pretende generar más valor en las rentas de los agricultores, ganaderos y pescadores de las Islas, mediante la progresiva incorporación de los productos locales a las neveras de los establecimientos turístico o de los restaurantes del Archipiélago.

Para ello se forma a sus profesionales y se ejerce una labor de intermediación en la comercialización que, poco a poco, va dando sus frutos.

En la misma mesa están sentados los productores y sus representantes, con los representantes del sector hostelero y, más recientemente, los de la industria agroalimentaria, que se nutre de los productores para elaborar su oferta.

La conciencia de la ciudadanía respecto al producto local y sus valores de tipo saludable va cambiando. Hoy en día es más fácil encontrar ese producto en los restaurantes de las Islas y los lineales de las grandes cadenas de distribución aprovechan la procedencia local del producto como fórmula de atracción de sus clientes.

Pero debemos seguir trabajando para que esa transformación en la conciencia de los habitantes de las Islas dé comienzo desde bien temprano.

Por ello, proyectos como Ecomedores, referente en todo el país, o el de frutas y verduras son clave para que nuestros hijos e hijas tomen conciencia y saboreen la singularidad de ese producto que es cultivado o criado a escasos metros del lugar donde viven.

Ecocomedores pretende promover esa alimentación saludable, al tiempo que se promociona un subsector agrícola y ganadero que recibe la denominación de ecológico por su forma de hacer las cosas, completamente respetuosa con el medio natural.

El número de centros educativos y alumnos participantes en este programa del Gobierno ha aumentado en un 82% y un 80% respectivamente desde 2015, al pasar de 28 a 51 colegios y de 5.955 a 10.724 comensales. Tal y como indica el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, además de promover una alimentación más saludable entre los jóvenes, potenciamos el sector primario de las Islas, la agricultura ecológica y las producciones de kilómetro 0, de máxima calidad y frescura .

El programa crece al tiempo que lo hace este tipo de producción: desde 2015, un 23% más en la superficie dedicada a la producción ecológica en las Islas (de 6.091 a 7.111 hectáreas) y del 18% en el número de operadores ecológicos (de 1.522 a 1.805) . Además se ha incrementado la partida presupuestaria en un 208% (al pasar de 70.000 euros en el ejercicio 2015 a 216.000 en 2019) y se ha puesto en marcha una línea nueva en el marco del Programa de Desarrollo Rural para este subsector (con 320 solicitudes recibidas y 1,5 millones de euros para un periodo de 5 años).

Esta acción ha recibido distinto premios a nivel nacional y es referente en otras comunidades autónomas como Cataluña, Madrid, País Vasco o Navarra. Se debe, sin duda, al compromiso de agricultores, personal de comedor, familias, docentes y equipos directivos.

Pero los cambios de hábito no sólo tienen que ver con la producción ecológica. Un total de 82.957 escolares de 375 centros educativos de toda Canarias se benefician este curso del Plan de Consumo de Frutas y Verduras, que desarrolla el Gobierno de Canarias a través de sus consejerías de Agricultura, Educación y Sanidad. En el marco de este programa se reparten productos locales, frescos y de temporada con el objetivo de fomentar su ingesta entre los alumnos y alumnas y promover hábitos de vida saludables. Se trata de que las niñas y niños, desde bien pequeños, se acostumbren a ingerir productos frescos de calidad y de origen local.

Este programa es una de las herramientas para combatir la obesidad o enfermedades cardiovasculares, vinculadas a una dieta poco equilibrada.

Los productos que se reparten en los colegios son frescos y proceden del entorno en el que se distribuyen: zanahoria, pepino, tomate, plátano, naranja, melón, sandía, fresón/fresa, papaya, frambuesa, piña y otros cultivos tropicales, entre otros. Además, a los más pequeños se les imparten charlas y talleres dirigidos a promover la participación activa de los escolares y reforzar el propósito de la iniciativa.

'Kilómetro cero'

Existe una nueva tendencia que ha adquirido mucha fuerza: la alimentación kilómetro cero . Consiste en adquirir y fomentar la compra y producción de productos locales (que su origen sea inferior a 100 km. del punto de distribución). Tiene múltiples ventajas: Fomenta la economía local. El impacto medioambiental es mucho menor, significa un menor gasto energético y económico en el transporte. Desde el punto de vista gastronómico, implica que al venderse solo productos de temporada de áreas determinadas se fomente la producción de platos típicos estacionales. Ayuda a la conservación de especies vegetales autóctonas y al ser productos que no han sido sometidos a tratamientos para retrasar su descomposición, están más frescos y naturales para el consumidor.