Darío Grandinetti es uno de esos actores que revolucionan la pantalla desde dentro de los personajes. Lo evidenció en 'Hierro' y lo ha vuelto a hacer con 'La isla de las mentiras', el largometraje de la directora gallega Paula Cons que desde este lunes se podrá ver en Filmin. Grandinetti defiende ver la película para "rescatar el heroísmo de tres mujeres" que salieron al mar gallego a salvar vidas para perder la suya en tierra entre prejuicios, desigualdades e injusticias.

-¿Cuál fue la principal dificultad a la hora de abordar su personaje?

-Me gusta el personaje porque es un periodista a la vieja usanza, de esos que quiere investigar frente a cortar y pegar. Es un personaje que no se queda con lo primero que escucha; empieza a ver e interpretar, ayudando al espectador a descubrir lo que va ocurriendo, aunque es sospechoso de no ofrecer una verdad periodística objetiva. Trabajaba en un medio amarillo.

-¿Cómo fue el rodaje?

-Bueno, fue bravo porque ir a esa isla cada día a rodar significa llegar por agua, volver por agua. Llevaba mucho tiempo el traslado. No fue un rodaje cómodo, pero recuerdo muchas risas y unas estupendas comilonas con el equipo. Estuve un mes ahí, hasta cumplí años ahí y me lo festejaron con mucho cariño. La directora, Paula Cons, me cayó muy muy bien.

-Desconozco si era la primera vez que pisaba suelo gallego.

-Estuve hace muchos años en Santiago con una compañía argentina como extensión del Festival de Cádiz. Tenía muchas ganas de volver. Fui a la Plaza del Obradoiro del que tenía un recuerdo fantasmal allí sintiéndome un personaje de la Edad Media. Es un lugar mágico.

- Este filme gira mucho sobre la mentira, ¿cómo ve el uso que los humanos hacemos de ella?

-¿Y por qué tengo que contestar yo eso si soy un simple actor? Bueno, en mi caso, es a lo que me dedico, a mentir, a hacer creer a los demás que soy otro. El hombre común miente todo el tiempo pero no quiere que se descubra ese personaje o esa mentira. Yo, personalmente, estoy preocupado por el uso de la mentira por parte de aquellos que deciden el destino de los pueblos. Eso es preocupante y cómo en nombre de los privilegios no se dice la verdad. Yo no tengo mucha esperanza en que la humanidad cambie después de lo que ha ocurrido.

- Está claro que va a ser difícil.

-¡Qué suerte que coincidimos! Porque escucho y leo un montón de mensajes naïf, de gente con buena voluntad que cree que eso va a arrastrar a los que nunca formaron parte de la solidaridad. Los miserables seguirán siendo miserables por muchas pandemias que vivamos. Es una lucha de clases. La justicia se inventó para que los débiles no perdieran siempre frente a los poderosos y los poderosos, ¿qué hacen? Manipulan la justicia. Hay una sociedad capitaneada por la derecha en todo el mundo que te rompe los ojos, no te deja ver.

- ¿El prejuzgar a otras personas es otro de los errores que cometemos?

-Sí, el pensar que las cosas son como nos enseñaron que eran y que tiene que ser así. Uno nace ignorando todo y lo van formando la familia, el entorno, la sociedad, el barrio... A mí me gusta mucho el fútbol y el técnico argentino Marcelo Bielsa dijo un día que la principal institución de educación hoy en el mundo es el periodismo, más que la familia. Todos lo sabemos y no hacemos nada para cambiarlo. Las grandes potencias han dejado la formación ciudadana en los manos de los medios de comunicación. Es preocupante. Frente a eso, se necesitaría la implicación de la sociedad. Los buenos somos más que los malos, ¿por qué siempre ganan los malos?

- Ahora mismo, siguen con el rodaje de "Hierro". ¿ Nos puede desvelar algo de su personaje?

-Nos queda esta semana y cuatro más, un mes, para acabar esta segunda temporada. Básicamente, sigue siendo un tipo sospechoso. Como en la primera temporada, vamos a ver que nadie es del todo malo ni del todo bueno. Es una persona llena de errores que trata desprenderse de ellos, tiene un mínimo sentido de la honestidad. Además, será un celoso guardián de su hija.

- ¿Cómo ve el impacto del Covid en España y Argentina?

-La derecha trabaja igual en Argentina y España. Los dos gobiernos han decidido priorizar la salud contra los que dicen que perjudica la economía. Yo recuerdo que miren que los países que se preocuparon más por la economía no evitaron que la economía cayera. Cayó igual, con lo cual el problema no es el confinamiento sino la pandemia.

- ¿Y su efecto en la cultura?

-Los teatros y los cines son más importantes y menos peligrosos que los transportes públicos. Podrían permitir que viajen en teatro 300 personas, es un viaje más enriquecedor.

- ¿Cómo llevan la nueva normalidad en el rodaje?

-Sabemos que estamos sanos. Nos hicieron un chequeo en Madrid antes de salir y otro al llegar. Nos cuidamos mucho. Este es un equipo al que le gustan las barbacoas, nos juntábamos en la primera temporada una vez por semana. Pero ahora no hemos hecho ninguna por conciencia. Salvo eso, rodamos con normalidad.

- ¿El éxito de la primera temporada es una losa para esta segunda parte?

-No, yo creo que no. Uno puede temer que no se cumpla la expectativa generada. En la primera temporada, no teníamos ninguna expectativa generada y ahora hay mucha; pero de ahí a creer que es una lápida eso, no. Nos gusta mucho a todos esta segunda temporada y creemos que va a funcionar. Personalmente, creo que va a funcionar igual o mejor que la primera. Confío en los nuevos actores que han venido, que son muy bueno, pero sobre todo en la historia.

- He leído que tiene un proyecto de una serie para el próximo año, 'Santa Evita', ¿qué me puede contar?

-Sí, se ha demorado por lo del Covid. No sabemos cuándo se empezará y tampoco tenemos certeza de si se llegará a hacer. Era un proyecto muy atractivo para mí, basado en una novela del escritor argentino Tomás Eloy Martínez ya fallecido sobre el recorrido del cuerpo de Evita, cómo lo ocultaron par evitar convertir el lugar en un sitio de peregrinación de sus seguidores. Fue una muestra de la falta de humanidad que tenía esa gente (los militares de la dictadura).